Aunque el Ayuntamiento aceptó las recomendaciones de la Sindicatura de Greuges de Barcelona de 2019, tres años después persiste el problema de las aglomeraciones durante la Fiesta de la Mercè.

La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha constado que en la edición de este año de la Fiesta de la Mercè se han repetido algunas incidencias que ya motivaron la apertura de una actuación de oficio en 2019. El motivo principal de la actuación de oficio llevada a cabo tres años atrás fue el elevado número de personas concentradas en la avenida Maria Cristina, con los consiguientes riesgos de avalancha y escenas de ansiedad entre quien quería salir de la aglomeración y no podía.

La actuación de oficio concluyó, entre otras, con tres recomendaciones de la Sindicatura al Ayuntamiento que continuarían siendo vigentes actualmente: velar de forma más proactiva por la seguridad en los actos de gran formato en el espacio público; planificar futuros actos con otros formatos que permitan diversificar la oferta y la asistencia, y tomar medidas oportunas para controlar los aforos en los acontecimientos en el espacio público.

El aforo de la avenida Maria Cristina

El año 2019, el Ayuntamiento informó a la Sindicatura de Greuges de Barcelona que el aforo máximo del espacio delimitado para el concierto (avenida Maria Cristina hasta las Torres Venecianas) era de 20.640 personas. El mismo Ayuntamiento informó que la noche del 23 de septiembre del 2019 se llegó a superar el aforo de 40.000 personas, motivo por el cual se ocupó la plaza España y parte del Parque Joan Miró. Las cifras son similares a las de los años anteriores (se había llegado a las 50.000 personas en 2017 y a las 55.000 en 2018 ). El consistorio añadió que no se llevó a cabo control de aforo, “puesto que era un concierto en la vía pública y en un espacio de acceso libre, igual que el resto de actividades de la Fiesta de la Mercè”.

El gran número de asistentes en la avenida Maria Cristina provoca que este sea un espacio de referencia año tras año. Por lo tanto, la Sindicatura de Greuges de Barcelona considera que ni la masiva afluencia ni el hecho que se trate de público joven es nuevo para la organización. En esta línea, la Sindicatura quiere destacar que desde el año 2019 ya se disponía de información previa suficiente para poder realizar la prevención necesaria que evitara aglomeraciones y situaciones de riesgo en futuras ediciones.

En 2019 la asistencia a los conciertos de la avenida Maria Cristina dobló el valor previsto como aforo máximo. Este hecho resulta particularmente grave por la concurrencia de dos circunstancias: había antecedentes de años anteriores en los que también se habían alcanzado e incluso superado estas cifras, y, además, el informe municipal de 2019 no aportaba ningún dato que demostrara que quería evitarse esta masiva afluencia en la avenida Maria Cristina.

Es importante destacar que el artículo 14 de la Ordenanza de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público de Barcelona establece que los organizadores de actos celebrados en los espacios públicos deben garantizar la seguridad de las personas y los bienes. Así mismo, la Ordenanza dice que el Ayuntamiento no otorgará autorizaciones para la celebración de acontecimientos en el espacio público cuando la previsión de público asistente, entre otros, pueda poner en peligro la seguridad, la convivencia o el civismo. En el caso del evento en la avenida Maria Cristina en 2019, la Sindicatura de Greuges de Barcelona cuestionó si se había cumplido con rigor lo que prevé la normativa, y más teniendo en cuenta que se trata de un acto que organiza el mismo consistorio.

Análisis de riesgos y propuestas para futuras ediciones

En el marco de La Mercè 2019, el gobierno municipal también comunicó a la Sindicatura que se habían producido reuniones de valoración después de la noche del 23 de septiembre de 2019, en las cuales se constató que no había tenido lugar ninguna situación de emergencia. Según el informe del Ayuntamiento, “hubo un exceso de aforo, que provocó varias situaciones de molestias entre el público asistente, ya que la movilidad era muy difícil”. Por parte de los servicios sanitarios, en estas reuniones de valoración también se hizo constar la problemática de las botellas de vidrio, puesto que la mayoría de intervenciones fueron por cortes producidos por restos de botellas rotas.

La Sindicatura de Greuges de Barcelona consideró que este aforo ya constituía por sí mismo un peligro, dada la objetividad que introduce el dato del aforo previsto en la ficha de identificación del acto. Por otro lado, también resulta poco acertado que el informe municipal califique de “molestias” hechos que, según pudo comprobar la Sindicatura, elevaban la situación a la categoría de peligro o situación de emergencia.

Una de las acciones municipales en 2019 fue la organización de una mesa para revisar el planteamiento de la fiesta en la avenida Maria Cristina; el análisis de la programación para este espacio; la posibilidad de mejorar la ubicación del escenario y las barras, y el control de la entrada de vidrio.

Por otro lado, una alternativa que propuso la Sindicatura de Greuges de Barcelona en 2019 fue la de desarrollar actos similares a la vez, pero en formato más pequeño. Dirigidos al mismo público, pero en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de desconcentrar la gran afluencia en un único acto. Por último, la defensoría también puso sobre la mesa la conveniencia de controlar los aforos en los actos en los espacios públicos.

La respuesta del Ayuntamiento en las recomendaciones de la Sindicatura

Uno de los organismos municipales implicados en las recomendaciones de la Sindicatura, el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), coincidió en la necesidad de revisar el planteamiento del espacio de Maria Cristina en cinco puntos: limitar la programación en el espacio y hacerla siempre en concurrencia con otros espacios de conciertos de gran formato; estudiar formas de cortar el acceso en caso de aforo excesivo; estudiar la manera de impedir la entrada de vidrio; repensar la ubicación del escenario, la circulación del público y las salidas de emergencia, y por último, valorar la posibilidad de buscar espacios alternativos en la ciudad.

Aunque el Ayuntamiento aceptó las recomendaciones de la Sindicatura de Greuges de Barcelona en 2019, persiste el problema de aglomeraciones durante la Fiesta de la Mercè.