La defensoría recomienda en su resolución que las administraciones implicadas en la iniciativa se coordinen para crear un nuevo equipamiento cultural que permita preservar y divulgar el patrimonio histórico del transporte en la ciudad. También se considera que debería estudiarse la viabilidad de instalar este espacio en el Palacio de Telecomunicaciones y Transportes, un gran recinto ubicado en Montjuïc.
Esta iniciativa la impulsa la Asociación Coordinadora Pro Museu del Transport de Barcelona, a partir de una propuesta similar de hace más de medio siglo. El objetivo es exhibir vehículos (metros, tranvías, trolebuses, funiculares, teleféricos, taxis…), además de equipos y herramientas del transporte público de la ciudad. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Bomberos y otras entidades disponen de colecciones y de un patrimonio guardado en más de una decena de espacios, y que por ahora no se puede visitar. En toda Europa hay más de 60 museos del transporte, que reflejan el patrimonio y la memoria de las respectivas ciudades, entre las cuales hay algunas tan importantes como Londres.
De hecho, Barcelona es un caso singular por la variedad de transportes públicos de los que dispone y ha dispuesto a lo largo de la historia. Pero es que, además, ha sido una ciudad pionera en el ámbito del transporte: fue el primer lugar del mundo en el que se hizo una prueba de un barco propulsado con hélice (1543) y de un viaje en submarino (1884), y el primero en la península en disponer de una línea ferroviaria (1848) y en donde tuvo lugar un vuelo en avión (1910).
Además, el proyecto va en la línea de lo que establece la Carta Municipal, que enfatiza la promoción de iniciativas culturales en los distritos y en los barrios, y de la Carta de derechos y deberes de Barcelona, según la cual el Ayuntamiento debe acoger las iniciativas ciudadanas de particulares y entidades que enriquezcan la oferta cultural de la ciudad. Ahora hay casi ochenta museos en la ciudad, entre públicos y privados.
Un gran espacio en Montjuïc sin uso permanente en la actualidad
La asociación coordinadora defiende que el nuevo equipamiento se ubique en el Palacio de Comunicaciones y Transportes de Montjuïc, un espacio de unos 16.000 metros cuadrados, construidos para la Exposición Internacional de 1929, que ya acogió entonces una exposición de medios de transporte de la época. Por tanto, el espacio, que además ahora no tiene ningún uso permanente, recuperaría la función para la que se construyó. El Ayuntamiento ha impulsado diversas iniciativas de cara al centenario de dicho evento, entre ellos el Plan de Actuación del Parque de Montjuïc 2019-2029 y un nuevo planteamiento urbanístico con 500 viviendas públicas y equipamientos, pero no se ha incluido el Palacio de Comunicaciones y Transportes.
El consistorio se ha mostrado favorable a impulsar este nuevo museo, pero considera que excede el ámbito municipal, y que es necesario trabajar la iniciativa con la Generalitat de Catalunya y con TMB. También opinan que es crucial encontrar un espacio de grandes dimensiones donde ubicar todo este patrimonio. En este sentido, Transportes Metropolitanos está trabajando en la búsqueda de la ubicación, pero no con la idea de realizar un museo como tal, sino un espacio de visita en días determinados ya demanda de colectivos concretos, como investigadores, escuelas, etc.
Se debe preservar la memoria y el patrimonio vinculado al transporte público
La garantía del derecho a la cultura, que forma parte de los derechos humanos, se basa en permitir que toda la ciudadanía pueda disfrutarlo y participar en condiciones de igualdad y no discriminación. La constitución de este proyecto como museo debe permitir que todo el mundo tenga la posibilidad de entender mejor el mundo que le rodea, ya que el ámbito tratado, el transporte, es de uso cotidiano para la gran mayoría de personas.
Es por todo ello que desde la Sindicatura de Greuges de Barcelona se insta al Área Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda a velar por preservar la memoria y el patrimonio vinculado al transporte público de la ciudad. En consecuencia, debe coordinarse con las demás administraciones implicadas y debe emplear todos los esfuerzos necesarios para crear el grupo de trabajo que permita que Barcelona disponga, por fin, de un Museo del Transporte. En cuanto a la ubicación, la Sindicatura considera que es necesario estudiar cuidadosamente la propuesta del Palacio de Comunicaciones y Transportes de Montjuïc, tal y como defiende la asociación coordinadora.