La defensoría resuelve una queja de un ciudadano con discapacidad visual que solicitaba la instalación de un pavimento que le facilitara la movilidad en las inmediaciones de la estación de ferrocarriles de La Bonanova.

Para garantizar que los entornos urbanos sean inclusivos, accesibles y seguros para toda la ciudadanía, las personas con discapacidad visual deben participar en el proceso de diseño de la ciudad.

Un ciudadano, que tiene discapacidad visual severa, presentó una instancia en el consistorio para pedir la colocación de un pavimento podotáctil que conecte los semáforos del cruce de la vía Augusta con la calle Ganduxer (Distrito de Sarrià – Sant Gervasi), para facilitarle el acceso a la estación de ferrocarriles de La Bonanova. Al promotor de la queja le resultaba muy difícil tener como referencia las paredes de las fachadas de los edificios para desplazarse con seguridad.

Concretamente, la intervención que solicitaba era la instalación de un tipo de pavimento con un relieve distinto al del resto de la calle. Esto permite que las personas con ceguera puedan obtener información relevante sobre el entorno por el que caminan y, de este modo, garantizar su seguridad.

El distrito, después de que el ciudadano contactara con él a través del sistema de incidencias y quejas municipal (IRIS) y telefónicamente, le comunicó que las gestiones conjuntas con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD) habían culminado en la aprobación de la intervención requerida, y que ésta se ejecutaría en el segundo trimestre de 2025. En la información facilitada a la Sindicatura, se precisó que la fecha sería a finales de octubre. Dado el interés que el ciudadano manifestó por esta cuestión, la Sindicatura considera que la Administración debería haberle notificado la información de forma proactiva.

La ocupación de las aceras vulnera el derecho a la accesibilidad

Barcelona es una ciudad referente en temas de accesibilidad. Sin embargo, destacamos las personas con discapacidad todavía tienen dificultades para realizar actividades tan cotidianas como ir a pasear.

La defensoría de la ciudad, en su informe anual de 2024, detectaba que uno de los principales problemas que vulneran el derecho a la accesibilidad y la inclusividad es la ocupación de las aceras con jardineras, expositores o similares, lo que dificulta la movilidad de la ciudadanía. Además, se incluía como una de las 10 propuestas de mejora en asegurar los derechos de las personas con discapacidad.

La Sindicatura, de hecho, pudo tomar conciencia de las dificultades, el estrés y la inseguridad que un entorno poco adecuado puede provocar en las personas ciegas en una visita por las calles de la ciudad con representantes de la ONCE y con personas con discapacidad visual. Desplazarse sin visión puede ser en algunos entornos una tarea muy compleja y llena de obstáculos que obliga a extremar la atención y afinar especialmente a los demás sentidos.

Por todo ello, el Ayuntamiento debe continuar impulsando iniciativas que mejoren los derechos de las personas con discapacidad, de forma que las actuaciones en este ámbito se centren en sus necesidades y se adapten los servicios y los espacios a las personas, y no al revés. Sólo así se conseguirá su plena integración social.

Para ello es imprescindible que, cuando se planifica el espacio urbano, los responsables municipales tengan en consideración el parecer y las necesidades de las personas con discapacidades visuales. Esto implica la participación activa de este colectivo en el proceso de diseño urbano y de distribución del mobiliario, de forma que se garantice que los entornos urbanos sean inclusivos, accesibles y seguros para toda la ciudadanía.

Las conclusiones de la Sindicatura

La actuación de la Concejalía del Distrito de Sarrià – Sant Gervasi, en el caso de que ha motivado esta resolución ha sido eficaz, ya que ha acogido la petición formulada por el ciudadano que ha promovido la queja. Sin embargo, la Sindicatura de Greuges de Barcelona recomienda al distrito que continúe aplicando las medidas necesarias para garantizar la accesibilidad al espacio público de la ciudad y que, una vez terminada la actuación solicitada por el ciudadano, éste debe ser informado puntualmente.