Un ciudadano sufrió una caída por el mal funcionamiento de uno de los vehículos, aunque la empresa municipal gestora ya había recibido avisos de sus deficiencias. Además, no se bloqueó su uso hasta el día siguiente del accidente, y se le negó el acceso al informe técnico de la bicicleta, pese a tener derecho a ello.
La defensoría de la ciudad considera en su resolución que la respuesta del servicio de Bicing por parte de Barcelona de Servicios Municipales (BSM) al aviso de una avería no fue adecuada, a raíz de un accidente ocurrido en octubre de 2024.
Según expone el promotor de la queja, cogió una bicicleta eléctrica que en un principio le permitió circular, pese a unos ruidos extraños, hasta que de repente la rueda de enfrente quedó bloqueada. El usuario del servicio cayó al suelo, y sufrió abrasiones en una rodilla y en una mano. A continuación, llevó con dificultades el vehículo a la estación más cercana, con la rueda aún bloqueada, y llamó para notificar el incidente.
Como respuesta a la reclamación que presentó el usuario, Pedalem, la empresa contratista responsable del mantenimiento, informaba de que quedaba desestimada porque los registros no indicaban un mal funcionamiento y que, por tanto, la culpa de la caída era del conductor. Éste pidió el acceso al informe técnico sobre el estado del vehículo, pero se le denegó reiteradas veces.
La respuesta de Barcelona de Serveis Municipals
La empresa municipal gestora establece que las personas usuarias deben comprobar el buen estado de todos los elementos de la bicicleta. En caso de que no sea así, se debe devolver el vehículo a la estación.
Existen varias vías para avisar de un mal funcionamiento de las bicicletas. Una es la notificación directa de la persona usuaria. En este caso, el promotor de la queja inicialmente consideró que podía circular pero, después del accidente, lo comunicó, tal y como establece el procedimiento.
Otra vía es la vuelta reiterada de la misma bicicleta en un intervalo inferior a 3 minutos por diferentes personas usuarias. Según consta en los registros, en la víspera en 6 de los 17 usos la bicicleta se dejó de nuevo en el mismo punto de anclaje en menos de un minuto. Por tanto, casi un tercio de las personas usuarias consideraron que ya no funcionaba bien. Unos días antes y el mismo día del incidente, antes e incluso después de que éste ocurriera, otras personas usuarias hicieron lo mismo.
En cuanto a la responsabilidad por daños del servicio de Bicing, BSM indicó que los abonos anuales incorporan un seguro que cubre algunos casos, pero no todos, como es el caso de las averías de los vehículos, cuya titularidad y mantenimiento recaen en la empresa subcontratada Pedalem. Ahora bien, esto no significa que BSM pueda desentenderse. Cuando la administración recibe la reclamación, ésta debe pronunciarse sobre la situación, ya que debe supervisar la labor de las empresas que contrata. Si no lo hace, incurre en responsabilidad subsidiaria.
Por último, y sobre la petición del ciudadano del expediente en trámite sobre el estado del vehículo, la empresa municipal denegó el acceso por considerar que eran documentos internos. Ahora bien, en tanto que persona interesada, sí tenía derecho a recibir una copia, así como de los documentos que forman parte de éste. También lo ampara la normativa de transparencia y acceso a la información.
Las conclusiones y las recomendacions de la Sindicatura
La Sindicatura de Greuges de Barcelona reconoce el esfuerzo y los recursos que BSM asigna para garantizar un buen servicio y que las bicicletas estén en buen estado. Ahora bien, en este caso la actuación no ha sido ajustada a derecho ni eficaz, y emite en su resolución las conclusiones y recomendaciones siguientes:
- La respuesta al aviso de avería no fue adecuada, ya que, después de que el ciudadano comunicara la incidencia, ésta continuó disponible, lo que ponía en riesgo a las personas usuarias.
- La afirmación de que los usos de la bicicleta fueron normales no es congruente con los registros de usos de días anteriores y del mismo día, tanto antes como después del accidente.
- La persona usuaria, por tanto, no debe cargar ni con la culpa ni con la responsabilidad de los daños derivados del mal funcionamiento de las bicicletas. El ente responsable es Pedalem, pero BSM tiene la obligación de supervisar su labor.
- La negativa de Pedalem a aportar la información técnica del vehículo supuso una vulneración de los derechos del ciudadano que la solicitó.
- Por todo ello, se recomienda a BSM que garantice que la empresa Pedalem bloquea inmediatamente las bicicletas de las que se ha avisado de que no funcionan bien; que se implementen mejoras en el protocolo de reclamaciones; y que se revise la forma en que se tratan las peticiones de acceso a la documentación e información relativa a las bicicletas y al servicio prestado.