Valoro muy positivamente la aportación que hacen las entidades sociales, sean de la Iglesia o laicas, con los colectivos vulnerables. Sin estas entidades, las administracions no llegarían ni de buen trozo donde llegan. En el caso de Cáritas diocesana de
Barcelona, que es la que más conozco, hace una tarea excepcional. Tengo que decir que no es igual la actuación de la administración propiamente dicha como la que hacen las entidades sociales, ya que tienen un calor insustituible. Y tambíen porqué estas asociaciones están formadas por nombrosos voluntarios y voluntarias. Este es un punto añadido de calidad, dice la síndica en una entrevista en el semanario Catalunya Cristiana.

Nota de prensa